Me
despierto tras soñar contigo,
En
el primer dulce sueño de la noche,
Cuando
los vientos suspiran en voz baja,
Y
brillan luminosas las estrellas…
Me
despierto tras soñar contigo,
Y
un espíritu a mis pies,
Me
ha conducido -¿Quién sabe cómo?-
A
la ventana de tu cuarto, amor…
Los
vientos errantes se desvanecen,
En
la oscuridad del arroyo silencioso,
El
aroma de las magnolias desfallece,
Como
dulces pensamiento en un sueño, la queja del ruiseñor,
Muere
sobre su corazón,
Como
yo debo de morir sobre el tuyo…
¡Oh,
amada como eres!
¡Oh
levántame de las hierbas!
¡Muero,
me desvanezco, desfallezco!
Haz
que tu corazón derrame besos,
Sobre
mis labios y pálidos parpados…
Mi
mejilla esta fría y blanca ¡ay de mí!
Mi
corazón palpita fuerte y veloz,
Oh,
apriétalo de nuevo contra el tuyo,
Donde
por fin se quebrara en el eterno suspiro,
De
esta fría… mi noche…
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