lunes, 18 de diciembre de 2017

Creadora de Sueños



Aun al despertar, ella podía sentir el aroma de aquel cuerpo cálido, aun podía respirar el perfume de sus mil sotos,

Emprendía un nuevo día, cotidianidad mediante, una nueva aventura, esperando a que llegara la noche, para así, poder estar con él, para que la velada nocturna los envolviera con su densa esperanza, cuanto anhelaba la nocturna atmosfera de su vida. Por los días, mantenía la vida ordinaria de una mujer idónea, caminaba por las calles con acentuado naturalismo,

Las uñas de sus magníficas manos, se tornaban de aquel color rosado que siempre la caracterizaba, no era un semblante soberbio, caminaba con normalidad, y sonreía si miraba algo gracioso,

Muchos la catalogaban de aburrida, una mujer sin sentido de la realidad, pero la percepción era su palpitante postura innegable, sentía frustración, sentía enojo, ira y felicidad, pero, muy a pesar de todo ello, sentía que nadie la comprendía,

Los agudos silbidos musicales de la calle, le incitaban a tener pensamientos, pensamientos mágicos sobre la vida perfecta, con el amor de su vida, el color perfecto que le devolviera la serenidad que creía perdida. Sí, ella soñaba con él, y juraba que algún día llegaría, entre las ruinas de sus fracasos pasados, ella agitaba en su memoria el recuerdo de un sueño lívido y cálido sobre aquel que la abrazaba y la hacía sentir única,

Una completa maravilla en la tierra sagrada de su rara realidad,

Por el día la vida la volvía invisible a los demás, así estaba bien para ella, así estaba bien para el mundo, nadie se daba cuenta del sentir de la joven dama,

Caminaba por las aceras empedradas, “miradla, mirad su belleza celestial, la mujer con la piel tan hermosa, aquella, como la del color delos zafiros, y, y con unos labios, los más pequeños, cual chispas de fuego, cavilante e incensacente en las horas eternas, pidiendo estar de nuevo con la que ella jura, era su amor eterno”,

Soñaba de día y vivía de noche, al pasar las horas y al llegar cada vez al ocaso, su incesante ansia por verlo se percibía entre su mirada que temblaba al tacto de las caricias del viento juguetón,
Sabedlo, soñaba con él, con una gran devoción, quería estar entre sus enormes alas, protegida, con el abrazo más cálido de todo el mundo, un abrazo que no tenía explicación humana, era el perfume de una flor con el aroma de una adorada idolatría,

Quería perder todo conocimiento de la vida física, quería perderse solo en sus brazos, pues al cerrar los ojos, él ya se encontraba esperándola, con aquella sonrisa cual amante secreto, era el ser de un sueño, el ser especial y perfecto,

Sentir el refugio era su principal anhelo,

Él le preguntaba, ¿Cómo se encuentra tu corazón?

Ella le respondía con un beso y un suspiro. Ahora está tranquilo, te tengo a ti.

Y sellaban la noche con el latir más armonioso de la piel desnuda, la cual, el alma caía presa del vasto murmullo de las estrellas, sellado con el beso más lívido, el mas anhelante,

Así la noche los tomo de esa manera, como la perfección, y el tiempo se detuvo, se retiró y los dejo solos para que vivieran su amor, un amor entre las paredes de lo celestial, el silencio de la noche los marco para siempre,

Pues a cada noche que pasaba, la recibía así, con las alas de un arcángel alado, siempre la recibía con una sonrisa y con la misma pregunta.

¿Cómo se siente tu corazón?

Y ella tenía una respuesta diferente cada día,

-Ha estado como los días anteriores, mejor.

Así era casi siempre,

Las noches se hacían largas, como la llama del fuego que arrasaba con sus deseos tan admirables,
Pues soñar, era la felicidad para esta joya, para la mujer que habitaba en el corazón del sentimiento abismal, ya nadie le hacía daño en sus sueños, ahí dormía, en sus brazos, en lo cálido de su latir,
Si, tenían vidas separadas, al mirarse lo sabían, con sus ojos cargados de pensamientos y emociones,
Pero no lo arruinaban con explicaciones, no decían ni una sola palabra, en la besaba en la frente y ella sabía que todo, que todo estaba bien, el hacía sentir como en ningún lugar y ella quería ser una niña de nuevo,

Antes de abrir los ojos, ella se despedía de el…,

-Cariño, regresaré pronto, prepara la noche y susúrrale a la luna que eres mío, así pasaremos la velada más hermosa, nos volveremos a encontrar,

Y así ella volvía continuar su vida alejada del recuerdo de la felicidad y de la bondad que le brindaba la cautelosa y silenciosa noche,

Pero en cada placidez nocturna, se encontraban puntual al cerrar los ojos, cada día era mejor, cada día se volvía especial,

Aquellos que solo viven en el día están perdiendo el escape de la vida en los sueños de la noche,
Ella, de excesiva belleza, solo buscaba ser amada, todo el mundo decía que ella era rara y él no lo creía, ellos decían que ella no creía en el amor, ella decía que quería ser amada, pero aseguraba no ser buena para el amor, la gente no la comprendía, un día adoraba escuchar música, pero al otro veía el atardecer…

Tenía dudas pero el, tímido y avergonzado solo la admiraba,

Ni una sola palabra, la abrazaba, un día ella, prefería las cosas frías y al otro día, cosas calientes,

Así, era extraña, pero la belleza de aquella mujer era la de los serafines, una doncella natural, una bendición para el mundo, una mujer que buscaba la felicidad y que en sus sueños la podía encontrar,

Jamás, ella podrá borrar el recuerdo y el juramento que se hicieron, con un suave respiro, su apasionado corazón recuerda la sensación de la tranquilidad de las noches,
Cuando la vislumbren sonriendo, en el silencio total, ella recuerda para sus adentros, esa ansía cautivadora de poder estar en sus brazos, protegida y vulnerable. Porque sabe, sabe que nada malo pasará ya jamás…


¡Jamás! ¡Jamás!


viernes, 15 de diciembre de 2017

Semisueño

Se apagan las luces todas, todas,
Y, sobre cada forma celestial,
Una esperanza cae por su rostro,
Imágenes del dios que esta en lo alto,
Una dama, cual corazón, jamás será olvidado…

Mirad, es noche de gala,
Y en los sueños felices seremos,
Un leve murmullo en tus labios,
Miraba el delicado contorno de tus ojos…

En el brillo de un alba en la mañana,
Sus mejillas cruzan, este hermoso valle,
Y todas resplandecientes, cual perlas y rubíes,

Eres ahora ya, una canción de exquisita belleza…


miércoles, 13 de diciembre de 2017

Sueños Rotos



Esto lo es,
Su historia, algo de creer, difícil de contar,
no veía a sus padres y lejos estaba caminando,
extrañando los días de comida y las noches de sueño,
su cobija un tortuoso manto de piedra,
lejos iba, lejos estaba, con un pie en su pasado.
orinando el presente y pisando su futuro

Sus cálidas mejillas, opacadas resaltaban,
algún día podría saborear jugos de dioses y manjares celestiales,
gente hermosa, gente hermosa amigo mío me decía,
no creen que haya misericordia, pero si me vieran
su corazón ablandaría. No hay vuelta atrás, mi mundo será diferente ya…

Su pueblo estaba asustado, y la confianza se desvanecía,
costales de sueños rotos en su cabeza reposaban,
este es mi lugar gritaba casi llorando !Este es mi lugar!,
dejadme vivir lejos de aquí, sé que alcanzare la cima,
y dicen que los mejores hombres mueren jóvenes,
pero él era tan solo un niño que dejo los juguetes por dinero,
pero él era tan solo un niño que solo echaron del cielo…

No importaba ya lo que decían, un pozo de agua soñado,
con la mirada fija me señalo, lo que tanto había deseado,
una estrella en sus ojos vacilo, pues los cometas comenzaron a caer,
acercándose a mí, me hablo, y fue como un duro castigo,
la brisa de su voz, mi habitación atravesó, consigo se llevó, una parte de mi corazón,
historia de un sábado, tres de la mañana,  vaciando el cenicero afuera del agujero,
no quedaba más, no quedaba nada,
costales de sueños rotos en su cabeza reposaban, no pude más y rompí a llorar no pude más, simplemente en silencio no pude más y rompí a llorar…



martes, 5 de diciembre de 2017

Bajo tu Cama (3/3)

Ella prosiguió.

-Deberás disculpar, soy una mujer que vive sola y lo que, vez aquí, es lo que me hace sentir viva, mi casa me proporciona una calidez “familiar”. Eh vivido aquí desde hace más de veinte años y bueno, creo me eh amargado un poco. –Esbozó una sonrisa, muy poco amigable.

-No se preocupe Sharin, me disculpo, no era mi intención…

-¿Ofenderme?, no para nada –se relajó más de lo normal y sus manos parecían ahora ya más normales, aunque la sensación de verlas largas y puntiagudas, no abandonaba mis pensamientos-, si gusta, puedo proseguir…

-Adelante Sharin, continúe. –Guarde el grabador de voz que pensaba sacar, al hacer esto, Sahrín se relajó muchísimo y continuo.

-Pronto oscurecerá y no creo que quiera continuar aquí de noche. La oscuridad puede ser muy tenebrosa en casi la mayoría de las veces, y usted no sabrá que puede haber alla afuera –me miraba a los ojos más intensamente, respire hondo y deje que continuara-. La situación de estos niños que han desaparecido de forma tan “misteriosa” Edgar, puede darse por muchas razones, niños desobedientes que se alejan por que sus papas los han reprendido por alguna travesura ¿no cree que eso sea real?

-Si, puede ser… -fui interrumpido.

-¡No!, no es eso, que clase de niño huiría sin ser visto, sin dejar rastro. Jazmín. De siete años, ¿iba a dejar a sus papas?, una niña muy bien portada, con muchos amigos, sonrisa abierta y con ojos pequeños. ¿Por qué habría de huir? ¿Qué la habría hacer pensar eso?

Oh, vaya ¿quiere otro ejemplo? El niño Carlos, que a palabras de sus padres. Escucharon un grito desgarrador por la noche mientras todos dormían. El niño llamaba a sus papas para que fueran a ver algo, de pronto se escuchó un alarido horripilante, y al llegar los papas en la habitación, vieron la mano del niño en el suelo, arrancada de su cuerpo, y, el cual este no se encontraba, había sangre por toda la habitación, incluida bajo la cama. Nadie supo que sucedió pues la habitación no tenía ventanas. El único acceso era por la puerta del dormitorio.

¿Comprende lo que le digo? En que cabeza cabría la posibilidad de semejantes actos de rebeldía por parte de un niño. En ninguna, lo sé. Tantos niños, con características diferentes y un rango de edad de los cero a los 7 años. Niños y niñas por igual –Sharin se levantó de su silla y comenzó a caminar por el vestíbulo como si estuviera dictando a alguien, lo que se le venía a la cabeza-. Los niños tienen algo que los adultos no tienen, inocencia, una mentalidad pura sin malicia, solo, con el deseo de ser felices, tienen fe. Algo que muchas personas adultas no tienen.

-Y que tiene que ver con que desaparezcan -Pregunte.

-¿No comprende aun verdad?, que no desaparecen, se los llevan. Si, puede sonar burdo y caer en lo fantasioso –la sonrisa que expreso Sharin fue de extremo deseo y soberbia, su mirada se encendió como dos estrellas incandescentes <<en que clase de lugar eh caído>>, me pregunte a mis adentros-, los adultos, como eh dicho imaginan lo que sucede, pero nadie les cree. Se hacen la idea de que han sido robados, por alguien, piden rescates, lloran, suplican e imploran al creador que se los devuelvan, pero estos, jamás regresaran.

Me sorprendió la manera tan certera y segura de cómo decía las cosas, parecía conocer cada detalle, cada situación. Demostraba conocer la situación de una manera tan elocuente y efectiva, sabia tan bien las cosas ¿Cómo podría saber todo ello si, permanecía sola? Comenzaba a creer que…, no, tal vez eran solo ideas y alucinaciones mías.

-Y, ¿usted como sabe eso?

Lo que paso a continuación, aun me deja perplejo, parecía ser sacado de una novela de terror gótica, fueron las últimas palabras que cruce con Sahrin antes de salir de aquella casa fúnebre. Ella me estaba dando la espalda mientras yo, sentado, con oscuridad a mi alrededor la escuchaba casi con recelo y cierto temor. Ella se volteo lentamente y me sonrió, y…, lo vi. ¡Lo vi!, sus dientes –y aun quiero creer que es una extraña alucinación, o que tuve un momento de espejismo siniestro inexistente-, sus dientes, se tornaron afilados, en punta, y de un color negro, como si estuvieran podridos, su mirada pareció desaparecer y en su lugar dos cuencas vacías se asomaron, dejando ver un abismo terrible en su rostro. Sus manos habían crecido más de la cuenta, lo juro. Y si fue una jugarreta de mi mente, ha sido la broma más horrible que pude haber tenido en mi vida. Sus brazos eran tan largos que me pareció verlos llegando casi hasta las rodillas, lucía más jorobada que nunca y su cabello pareció hacerse gris, gris como como los de una anciana, no pude ver sus piernas, y, en la búsqueda de estas note de nuevo que sus dedos eran tan largos como sus brazos. Me miro y me esbozo la sonrisa más tétrica y horripilante que jamás haya visto en mi vida.

Mis sentidos se perturbaron y mis manos temblaron. Aparte inmediatamente la vista, como el de aquel que ha visto algo prohibido y sintiera vergüenza. Al volver la mirada lentamente hacía ella, Sharin se había vuelto de espaldas como al principio. Permanecía inmóvil y solo me dijo, con una voz cansada.

-¿Qué cómo lo sé? Lo presiento.

Mi garganta estaba atada por un torrente de palabras ahogas en jubiloso terror.

-Creo que tiene que retirarse Edgar.

Con mucho valor y un esfuerzo sobrehumano, me levante del sillón viejo en el que me encontraba.
Le dí las gracias a Sharin por el tiempo que me había dado, pero debía emprender mi viaje de regreso. Ella me dio su mano, la cual no quería tomar, pero, por educación lo hice, y, al hacer esto, sentí que ella había tomado de nuevo su juventud. Sus manos permanecían tersas como los de una joven. La mire a los ojos, y su mirada parecía normal. Más, sin embargo no pude dejar de sentir miedo y un terror profundo.

Mientras caminaba de regreso, no pude evitar voltear hacia atrás y ver aquella casa siniestra en repetidas ocasiones, no pude evitar andar por mi camino sin visualizar una mujer perturbadora, cual cuerpo parecía deformarse cada que contaba algo o cada que pasaban los minutos.

Tenía algo sobre lo que escribir, pero ahora que lo estoy haciendo, comienzo a dudar si deba de publicar esto. Pues la gente, me tomara por un loco, un loco que debe de estar en un cuarto acolchado. La gente puede sacar sus conclusiones. No los juzgo, incluso no se si lo que vi o lo que paso fue real. Todo es tan confuso, y a pesar de que no fue hace mucho tiempo que tuve este encuentro, parece que voy olvidándolo, aun así es mejor escribirlo, para que mis palabras no queden en el olvido.

Usted tiene la última palabra.

Antes de terminar con esta nota. Eh de contar un último suceso, que fue sin embargo lo que más me intrigo y me hizo temblar. No daré muchos detalles sobre la familia, de la cual obtuve esto. A mi regreso, mientras vacilando sobre mi experiencia estaba. Conocí a una pareja que -difícilmente puedo creerlo-, no me ignoro al preguntarle sobre los niños desaparecidos.

Ellos también habían perdido a su pequeña Laura. Pero ellos, pensaban que estaba locos. Tenía una ¡evidencia! de la última vez que había desaparecido. Incluso ellos, no creían lo vieron, y, después de muchas suplicas y de palabras rebuscadas, pude obtener su permiso para ver aquella viva evidencia que habían obtenido, mediante una cámara instalada dentro de la habitación para cuidar a su pequeña de tan solo tres años. Lo que vi en aquel video lograron que los escalofríos invadieran mi cuerpo hasta la profundidad de los huesos, lo abordaron  con una raro y muy fino temor.

La escena la relataré así, no importa si me tachan de loco, creo si lo estoy. Y antes de despedirme, les digo a ustedes padres. Cuiden a sus hijos, si escuchan voces, si escuchan que su hijo, hija, habla con alguien. Entre inmediatamente a la habitación, no los dejen solos. Nadie sabe que puede estar con ellos.

Eran las dos de la mañana. La niña permanecía dormida en su cuna. Pasando las 2:03 am, la niña se incorporó de su cama, se sentó y así se mantuvo por unos minutos, después, ella se levantó y comenzó a mirar hacia abajo del suelo en todas direcciones. Arriba, abajo, hacía la izquierda y derecha.


La niña, comenzó a brincar, como si estuviera jugando. A los tres minutos ella se detuvo, y comenzó a escalar por el barandal de su cuna hasta llegar al suelo. Quedo de pie…, acto seguido, se sentó en el suelo. Movía mucho las manos, y hacia su cabeza hacia atrás y hacia adelante como si estuviera viendo dibujos animados. Instantes después ella se acostó boca abajo en el suelo y comenzó a mirar debajo de su cuna, parecía… platicar con alguien, ella extendía su mano, pero inmediatamente la retiraba. Pasaron dos minutos y ella…, se acercó más hacia debajo de la cuna… un brazo…, una mano larga y negra con los…, dedos muy largos…, salieron debajo de la cuna, la niña le tendió la mano y ese brazo extraño de garras largas la tomo y lentamente entró la niña guiada por esa mano, hacia la oscuridad, debajo de su cama, para desaparecer para siempre, para no ser vista…, nunca más…



jueves, 30 de noviembre de 2017

Bajo tu cama (2/3)



Eh de confesar que sentía escalofríos cuando ella me hablaba, sentada frente a mí, con aquellas arrugas en su rostro y su bien definida nariz aguileña. Sentía más sin embargo, que su aspecto había cambiado un poco, cuando la vi por primera vez, en la primera instancia su rostro era la de una mujer triste, joven, pero con las marcas habituales de aquel que ha llorado mucho. Ahora mientras hablaba, sentía que había envejecido más de la cuenta y que sus ojos eran más demacrados que en un principio decidí no prestar importancia, si tenía algo que contarme ese era el instante y así lo hizo. Me es difícil no olvidar casi ningún detalle de la conversación y del lugar en el que me encontraba, describiré las escenas casi con exactitud fotográfica.

La casa sumamente extraña, de aquellas casas viejas, pero sumamente limpias, con fotografías en todas las paredes, fotografías muy antiguas, de gente con atuendos raros, pero a la moda de aquellos tiempos. El alfombrado, de un color deprimente, un color café con manchas rojas, adornada de arriba hacia abajo. Sin contar, que, caminando a la estancia de la sala, pude percatarme de algo que me llamo mucho la atención. Fotografías..., pero no de gente extraña, eran fotografías…, de niños, a blanco y negro… la sensación de nerviosismo que experimente fue espeluznante, pero más espeluznante era esa casa extraña…

-¿Me puede repetir su nombre? –Le espeté mientras me sentaba en aquel sofá ennegrecido por la suciedad de mucho tiempo.

-Sharin… Me llamo Sharin, pero todos los “lugareños” me dicen Aída.

Sharin, que nombre tan poco común y desconocido para mí. “Lugareños”, decidí no prestar más atención y continúe…

-Sharín…

-Dígame Aída… -Me interrumpió.

-Está bien, Aída. Dígame por que las calles lucen tan vacías, por que la gente se encuentra tan extraña. ¿Qué es lo que está pasando en este pequeño pueblo?

-Nadie le va a decir nada, porque la gente tiene miedo.

-Miedo, ¿de qué? –Pregunte asombrado.

-Miedo de que no solo los niños desaparezcan, si no la gente adulta también. -y acercándose, con aquel semblante cada vez más avejentado me dijo como en secreto-, todos tienen miedo de hablar de “ello”, la gente lo sabe, pero sigue creyendo que no pasa nada y que es un “extraño” que se roba a los niños, pero no es así, y ellos lo saben.

-¿Usted, sabe algo que ellos no?

-No es en absoluto más que ellos no –se relajó-, pero si lo suficiente para poder desmentir los rumores de que no es alguien “humano” el creador de los artífices.

-¿Humano? ¿Cómo, a que se refiere que no es humano el que está causando la desaparición de los infantes? –Cuanto me asombro semejante afirmación.

-Todo con calma, un relato no se cuenta del final al principio. Espere y sabrá más de lo que usted piensa. Al referirme a que no es alguien humano el artífice de semejantes hechos, trato de decir a que una persona no secuestraria niños para desaparecer con ellos definitivamente, nadie con corazón, haría algo así, alejar a un pequeño de los brazos de sus padres y desaparecer. Eso no es humano.

-Claro, continúe.

-Le seré franco Edgar, estas cosas tienen un origen, un origen que nadie quiere, si quiera descubrirlo, en las calles se leen carteles de niños que han desaparecido, no apenas, si no que llevan ya incluso años. ¿Me entiende?

Escuchando atentamente las palabras de esta mujer, me percaté de que mencionó mi nombre. Si no más recuerdo, jamás me presente con ella, ni recordaba haberle dicho de donde venía, sin embargo ella me hablaba con una confianza entera, como si ya me conociera.

-Entiendo.  – Le dije quedamente y sin dejar de mirarla a los ojos.

Continuó.

-Esta, sin embargo es una de las tantas historias que circulan por el pueblo, esta declaración la dieron los papas de la pequeña Karen, una niña de tan solo cuatro años. Sus papas le preparaba la cena, cuando entonces la niña llegó corriendo a la concina donde ellos estaban y apresurada tomo un par de galletas de la mesa. Sin decir nada dio media vuelta y regreso a su habitación. Los papas extrañados decidieron seguir a su hija, sin que esta se diera cuenta. Al llegar a la habitación, la puerta se encontraba entre abierta, pero los papas no decidieron entrar, se quedaron esperando, ya que, escuchaban que su hija hablaba con alguien tan quedamente que apenas se lograban escuchar los murmullos incoherentes. Los papas decidieron permanecer ahí, curiosos, pero de pronto el silencio se apodero de la habitación y entonces todo quedo en silencio. Los papas, después de unos segundos sin escuchar nada, entraron a la habitación, su sorpresa fue sin embargo que la habitación estaba vacía.

Buscaron a la pequeña por todos lados, pero nunca la encontraron, jamás se volvió a saber de la pequeña Karen, y aunque sus papas, ofreciendo recompensas jugosas, jamás alguien dio con el paradero de la niña…

La historia me estaba intrigando y no había hecho absolutamente nada para tener alguna evidencia, así que mientras Sharin me contaba la historia, saque de una maleta una grabadora de voz. Lo que paso a continuación aun me mantiene con el corazón al filo de un acantilado.

El rostro de Sharin cambio completamente por la de una furia inconmensurable, sus ojos se abrieron como dos carbones encendidos y sus manos temblaron de manera inmediata.

-¡Que es eso!, le eh dado la confianza de que entre a mi hogar y escuche lo que tengo que decirle, pero ¿Grabarme?. ¡Quien se ha creído!, Con todos sus años como reporterucho imbécil, ¿cree que tiene la suficiente autoridad para venir a mi hogar y grabar una conversación sin mi consentimiento?

-No, no es eso…

-¡Claro que si!, ¿usted no cree que no, que no conozco a los de su tipo? ¿Por quién me ha tomado, por una idiota? ¡Que equivocado esta usted! Debería agradecerme que lo eh dejado entrar en mi casa, debería, debería usted, de estar adornándome con flores todo esto que usted y su morbosidad pura no saben. Debe, debe. ¡Debe de retirarse ahora mismo!


Y las palabras se me atoraron en el pecho con súbito espasmo. Mis ojos estaban perdidos y mis sentidos desorientados. La imagen de aquella señora, apacible, de ojos tristes, se había convertido en los de una mujer furiosa, en los de una mujer de edad avanzada, con carácter colegial y de movimientos fuertes. Su nariz se había agrandado y sus manos habían tomado la forma de las de unas garras, sus dedos, sin verlo directamente parecían haber crecido considerablemente. En verdad algo extraño pasaba, pero mis pies no me dejaban moverme y mis manos permanecían quietas, incluso…, temblando…

-Siento haber sido tan irrespetuoso con mi actitud. No era mi intención, siendo yo un columnista, debía de tener algún respaldo de mis investigaciones –los nervios me mataban por dentro, pero por fuera parecía tan rígido como una piedra-, en todo caso le iba a pedir su autorización. Sé que le molesto y le pido una disculpa enorme. No quisiera que con este acto echara a perder la conversación. 

Mil disculpas.

Sharin respiro hondamente y prosiguió.

-No te preocupes Edgar, suele pasar, soy una persona desconfiada, pero sé que tus intenciones no son malas.

No pude evitar seguir notando más cosas extrañas, como que la casa iba oscureciéndose más, eran no más de las cinco de la tarde y el sol aun brillaba desde una ventana, pero en el interior de la casa, todo se tornaban ya más oscuro. Era igual mi imaginación, pero incluso el hedor que despedía de la boca de Sharin, eso era innegable. Olía muy mal, este aroma jamás lo percibí en toda la plática, hasta poco después de que ella se hubiese calmado, olía como a cloaca, como a la carne de un animal descompuesto.


Ella prosiguió...



domingo, 26 de noviembre de 2017

Bajo tu cama (Parte 1/3)

El Informador. Periódico Local.
Noviembre 27, 2001

¿Te has preguntado, que hay, que existe…, que vive bajo tu cama?

Las constantes desapariciones de niños de entre tres y ocho años ha conmocionado al pueblo de Olona. En efecto, esta pequeña ciudad de poco más de diez mil habitantes, esta pasando por un suceso muy extraño, incluso aterrador. Las calles lucen algo vacías, casi no hay gente en las aceras, Los carros por las avenidas, son realmente escasos. Pero lo más extraño, es, que, casi no hay niños.

Me dirigí personalmente a este pequeño pueblo en las orillas de la Capital Este, para cerciorarme, si los rumores de las desapariciones y la ausencia de niños son del todo ciertas, y aun más que ciertas, si éstas tenían relación con sucesos algo más alejados de la mente humana. Pues bien, me aseguré de llevar todo lo correspondiente para mi investigaciones, había ido solo, esto, con el fin de no levantar sospechas. Era mejor una sola persona, pues así, podría tener mayor movilidad y podría pasar desapercibido.

Estas desapariciones había causado un completo caos, pues las familia, desconfiaban de cualquier persona extraña o ajena al pueblo. Dentro de mi visita, me sorprendieron varias cosas, entre ellas los carteles de niños desaparecidos, carteles adheridos a todos los postes de luz y a las paredes en una especie de tapicería mórbida. Fue tan extraño toparme con todo ello, ya que nunca había experimentado tal sensación.

Mi primera impresión al llegar, fue la de una atmosfera extraña, pesada, casi fúnebre, las calles, casi sin ruido, casi solas y vacías, como las de un pueblo fantasma. La gente inmediatamente, identifico que yo era extraño, pues mi semblante y mi manera de andar tan airada, denotaron mi lejanía de este pequeño pueblo, la gente, agachaba la cabeza, o en su mayor defecto, preferían evadirme y cruzar al otro lado de la calle.

Evadían mi andar, y eso, me resulto algo escalofriante, me sentía como un completo aborigen. ¿Qué clase de secretos podían guardar? A veces me daba la impresión de que la misma gente sabía lo que sucedía, pero ellos mismo, preferían evadir los temas, aun cuando sus familias –hijos, sobrinos, amigos- estaban en peligro. Trate más sin embargo hacer un pequeño acercamiento a una pareja de novios sentados en una banca cercas de un parque solitarios. Era un día extraño y de una atmosfera fría. Mi reloj, marcaba las cinco de la tarde.

-Buenas tardes…

Fue lo único que alcancé a decir. Pues inmediatamente la pareja se levantó de la banca en donde se encontraban platicando y sin dar ninguna señal más se alejaron y partieron con un rumbo desconocido para mí.

¿Qué era lo que estaba sucediendo? Aun no lo sabía. Pero llamaba mi curiosidad, cada que descubría las evasiones de estas personas.  Tenía que hacer algo, pues había perdido un día completo y aun no obtenía información útil que me ayudara a aclarar la situación.

Fue entonces que se me ocurrió tomar una de las hojas pegadas en un olvidado muro de color gris, vi el rostro de una niña alegre, de cinco años. Su nombre era Anny Sustraita. Ojos color miel, cabello negro rizado, boca pequeña y sonrisa del mismo tamaño, con un lunar en el labio superior derecho. Había desaparecido aproximadamente hace dos meses. Me sorprendió, cuando en aquella hoja leí que traía puesta una pijama color morada de cuadros. La descripción de la hora de su desaparición mencionaba –lo mencionaré textualmente-:

La última vez que se le miró, fue en su habitación. Después de las diez de la noche, no se le volvió a ver más.

Cuanto me asombro esta descripción, pues no es usual que algo así sucediera. Sin embargo, arriesgándome a todo, llame al número que aparecía ahí. El teléfono timbro una sola vez y al otro lado del teléfono, una voz apagada de una mujer mayor y con un tono desconsolador me contesto.

-Dígame, dígame por favor que sabe algo sobre mi Anny.

La voz se me quebró y de mis labios no salía palabra alguna. Cuanto me alteró escuchar así a una mujer en espera de una divina contestación, en ese instante me sentí algo más que insensible pues, mi llamada era con fines informativos, solo eso. Tenía que responder algo, el silencio permanecía constante sobre ambos lados.

No tuve el valor de decir algo y simplemente colgué.

Me sentí extraño, quería abandonar aquel pueblo de atmosfera fúnebre y desoladora. Miraba a mí alrededor, era la única persona que permanecía de pie en aquella calle solitaria. Los negocios permanecían cerrados. En verdad, sentía que me situaba en un pueblo fantasma. Quería irme, daría cualquier excusa, incluso estaba dispuesto a perder mi trabajo, no quería jugar con los sentimientos de las personas, con el fin de obtener una nota para lectores curiosos o incluso morbosos. Estaba a punto de dar la media vuelta y emprender mi regreso, así, sin más, irme con las manos vacías, cuando a mis espaldas, una mano me tocó el hombro, y sobresaltado di la vuelta con temor.

Era pues, una mujer, no mayo a los cuarenta años. Me miro y una lágrima corrió por su mejilla.

-Usted no es de aquí. –Me dijo con una voz cansada.

-No, debió de percatarse inmediatamente.

-Usted, no es de aquí –Me volvió a repetir.

-No, no lo soy. –le espeté casi inmediatamente.

-Si, no es de aquí. ¿A que ha venido?

-A investigar sobre las desapariciones de los niños – No quería decirlo de esa manera, pero las palabras brotaron de mis labios como una fuente de agua.

-¿Los niños desaparecidos? –Me miraba atormentadamente pero con pasividad en el resto de su cuerpo-. No solo desaparecen, algo, hay algo aquí, algo que se los lleva. Nadie le dirá que es o quien es, por que nadie sabe que es “Ello”, venga. Le contaré, poco de lo que se. Tal vez, le interese.
Me quede boquiabierto, pero me interesaba saber. Así, que la seguí.




martes, 21 de noviembre de 2017

Cambiar un poco al mundo



Si, cambiar un poco a mundo, logrando que al nirvana ingrese gente de oscuros pensamientos y que el Hades pueda ser explorado por la gente buena ¿Por qué no? ¿Por qué no? ¿No podríamos nadar en la tierra fértil y caminar en el cielo? La gente puede ser extraña y yo cada día estoy más loco ¿Por qué será? Si lo único que quisiera es cambiar un poco al mundo ¿Por qué no andar hacia atrás y hablar con la mirada?, podemos aprender mucho más de lo que quisiéramos, sin tan solo tomáramos un libro en lugar de una caja de luz, este mundo sería mejor. Aprenderíamos a leer con el corazón, si solo lo intentáramos podría ser más sencillo cambiar un poco al mundo.

¿Por qué no? Sería divertido ver la música y sentir el silencio entre cada nota ¿Por qué no ayudar más a la gente, en lugar de ignorarla? Sería más fácil. Que extraño ayer soñé esto, vivir en la calle, volar en lugar de caminar y en lugar de poseer un arma, tener conciencia ¿Por qué no enamorarse de la gente extraña?

Es mi filosofa de vida. Parte de mi realidad se encuentra aquí, no espero que lo entiendan, ni quiero que lo intenten, mi mundo puede que sea diferente al suyo, esto es una de mis razones de ser, y solo por eso trataría de cambiar un poco al mundo, soy una voz lejana gritando en el desierto, tratando de llegar a la mente de las personas y aunque exista el silencio pacifico en sus miradas, sé que sus voces gritan por dentro, en lo alto de sus pupilas, gritan por algo nuevo y delirante, por algo que les haga sentir vivos, por sentir más adrenalina. 

Tal vez esto no es lo que querían, pero si sienten que su vida es miserable es porque ustedes siguen otras voces que les impiden hacer y sentir lo que ustedes más desean, son así sus vidas por no perseguir sus sueños y sus metas, dejaron que alguien más decidiera por ustedes, al final…

¿Quién puede cambiar al mundo?


miércoles, 15 de noviembre de 2017

El Cuervo


Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,
inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,
cabeceando, casi dormido,
oyóse de súbito un leve golpe,
como si suavemente tocaran,
tocaran a la puerta de mi cuarto.
“Es -dije musitando- un visitante
tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
Eso es todo, y nada más.”

viernes, 10 de noviembre de 2017

El Corazón de un Dios



Es la noche en la que todos llaman,
la noche en la que todos gritan,
¿que puedo decir?
mis manos tiemblan un poco,
pero prometí que daría lo mejor de mí,
prometí que sería fuerte,
que jamás temería a nada…

Si por las calles obscuras,
no encuentran compasión,
amigo mío, lucha y nunca desistas,
será cruel la subida,
y fáciles las caídas,
no desistas,
caminaré y veré,
lucharás y vivirás,
estarás bien,
van por el mundo sin rumbo,
puedes seguir una imagen falsa,
el poder esta en ti...

Podrá ser un día cualquiera,
y el sol brillará con más intensidad,
mis pupilas están dilatadas,
eh escuchado algo que me ha puesto terriblemente pensativo…

Las cartas y plegarías llegan como la lluvia en Agosto,
Recias como las caricias de mi madre,
tan brillantes como el fuego, que consumió mi amor y alteró mi equilibrio…

Nunca me di cuenta,
desvié la mirada, estaba desapareciendo,
por un momento camine a casa,
¿Como se siente?
dime porque no ayudas a tu hermano,
dime porque lo golpeas,
alargas tu pie y tratas de tirarlo,
puedes ser de piedra,
te has convertido un completo desconocido...

Es por eso que llegaré,
Y según decían,
las campanas, sonaran en lo alto de los cielos,
y las tormentas vendrán cargadas de odio,
borrara la maldad de la vida,
y los mares se secarán,
hay que ser honestos, debemos cambiar el ideal,
no lograran saber lo que sienten nuestros corazones,
si no podemos mirar con el alma…

Puedes evitar o recibir los golpes que poderosos vienen,
y vos tiras los centavos al cielo,
piensas que puedes obtener la gloria que siempre imaginaste,
!Que equivocado estas!

Inmediatamente dentro de los limites,
lloras y pataleas como niño,
corazones comprimidos,
pensamientos atrapados,
sueños confusos,
me preguntaron,
como me salvare,
tal vez eso ya no exista ahora,
cuando los ángeles desciendan profesando la falta de fe,
desde el fondo de tu corazón,
lograrás, si lo visualizas
como podría ser el cielo eterno,
podrás sentir, hasta la médula de los huesos,
como es el corazón de un dios...